martes, 1 de diciembre de 2009

Rarezas sutiles

Tenía un novio muy raro que nunca podía acostarse conmigo a menos que no hubiera un amigo ponchito por allí. Tenía pavor a dejarme embarazada. Si no había un condón por allí podíamos hacer de todo pero no me penetraba.

Un día en un hotel de mediopelo del Centro de Lima se rompió el condón y casi se muere del susto. Yo de puro trauma me limpié con las sábanas asquerosas.

Pero esa no era su única manía, nosotros siempre íbamos a un hotel en la Brasil. Lo primero que hacía era tapar los cuadros, revisar las lámparas y la luz principal. Luego cogía las frazadas extra y las ponía encima de los cuadros. Al principio era bien sutil y solo levantaba los cuadros de cualquier hotel a donde fuéramos, pero luego no perdía oportunidad para revisarlo todo.

Claro que también era de los que recogían su ropa y la doblaba luego de calatearse y de los que tendía la cama antes de irse.

Un tipo raro de verdad…

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